Acerca de “Después del rock. Psicodelia, postpunk, electrónica y otras revoluciones inconclusas” de Simon Reynolds

Selección y prólogo: Pablo Schanton | Traducción: Gabriel Livov – Patricio Orellana

Editorial Caja Negra, Buenos Aires, 2010

¿Qué (otra) historia se cuenta si uno pone a Tim Buckley por encima de Bob Dylan; a Stooges, sobre Velvet; a The Sweet, sobre T Rex; a Sex Pistols, sobre The Clash; a My Bloody Valentine, sobre U2; a Ian Dury, sobre Elvis Costello; a The Young Gods, sobre R.E.M.; a Scritti Politti, sobre The Jam; a Brian Eno, sobre Bruce Springsteen; a Kate Bush, sobre Madonna; a Prince, sobre Michael Jackson; a Kraftwerk, sobre Los Beatles; a John Martyn, sobre David Bowie; a Gang of Four, sobre The Police; a Vampire Weekend, sobre Arcade Fire? Reynolds intenta contar esa “otra” Historia a su manera, con sus herramientas.

Pablo Schanton entrevistado por JCRF en www.luchalibro.cl

Para los lectores de habla castellana interesados en investigar las tumultuosas relaciones entre el rock y el pensamiento, la publicación de este libro constituye un pequeño gran acontecimiento. Después del rock es una aguda selección –realizada por Pablo Schanton, colega local de Reynolds e impecablemente editada por Caja Negra- de textos escritos a lo largo de las últimas tres décadas por quien posiblemente sea el crítico musical inglés más interesante de la actualidad.

El postpunk, las relaciones entre pop y política, la influencia del situacionismo en la música actual, el postfeminismo, el hiphop, el rock cósmico, el rock conceptual, la utilización estética del ruido, la electrónica, el postrock, la vigencia o agotamiento del under y el análisis de las tendencias estético-culturales de la última década son sólo algunos de los temas abordados en la compilación que revela una apuesta insistente: intentar que la música sea “algo más que música”, subrayar los múltiples modos en los que deviene un componente en el proceso de construcción y deconstrucción de los modos de vida contemporáneos. Y la reunión de estos escritos puede leerse entonces como una especie de mapa de más de medio siglo de entrecruzamientos entre rock y experimentación (no sólo estética, sino también política, cultural, subjetiva, existencial).

La experiencia de lectura del libro nos conduce una y otra vez a plantearnos la pregunta del lugar que ocupa la experiencia musical en nuestras vidas, al modo en el que se casi indiscerniblemente se inserta en esa trama variable de vínculos, afectos, ideas, percepciones, ficciones, alteraciones sensoriales, invenciones, apuestas, obstáculos, deseos, proyectos, incertidumbres, signos y contingencias que configuran nuestras existencias.

Las “revoluciones inconclusas” de la música contemporánea se presentan entonces como oportunidades latentes, listas para ser reactivadas en nuevos contextos en los que la producción estética de sonidos reclame su lugar en el proyecto de fusionar las consignas de “cambiar la vida” y “transformar el mundo”.

Es en función de ello que el autor despliega su estrategia, que entremezcla una relación tan intensa, pasional y anómala con el rock como con la teoría contemporánea. Como dice retrospectivamente Reynolds (citado por Schanton en el prólogo de este mismo libro): “Existía un puro deleite encontrar por mi mismo un pasaje de Bataille, Deleuze y Guattari o Virilio que encajara asombrosamente con la música de Butthole Surfers, Can o el sonido del jungle. La teoría parecía aportarme una genuina iluminación para ver cualidades y poderes propios de la música. Pero, más allá de esto, la combinación de las ideas y la música tenían un efecto de ‘interpotenciamiento’, por un usar el término farmacológico para cuando dos drogas hacen sinergia y se fortalecen.”

Reynolds entiende a la crítica de rock como oficio imposible, dado que desde su perspectiva “lo que los discursos del rock intentan hacer es transformar los disensos y los deseos heterogéneos que proliferan en los períodos de creación caótica en una unidad legible”. Pero –“como todos sabemos en nuestros corazones”– los momentos más intensos de la experiencia del rock son aquellos en los que “el viejo orden musical es desestabilizado sin haber sido todavía reemplazado por una nueva estabilidad”. De ahí el riesgo –“la crítica de rock siempre mata aquello que ama” – y la dificultad –“los críticos de rock ocupan una posición esquizoide”.

Los artículos y ensayos contenidos en este libro dan cuenta de la productividad resultante de la exploración de esta imposibilidad.

Franco Ingrassia

Rosario, Abril de 2011