“Circulan diferentes ideas para pensar las instituciones. Teorías que las estudian como si fueran objetos o que tratan de volver inteligible su cosa interior. Que clasifican contradicciones, que trazan curvas de problemas, o que organizan mapas en los que distinguen tramas formales, informales o fantásticas. Propuestas que explican las cuestiones institucionales de un modo razonable

Preferimos pensar que una institución es un barullo devastador. Un estallido que (desencadenado) arrasa con clasificaciones estadísticas y esquemas. Un hervidero de desconfianzas y complicidades. Un sonido hueco de verdades establecidas y un crujido de saberes estremecidos. Un pulso de confusiones y heterogeneidades disimulado detrás de hábitos y normativas.”

[Maluca Cirianni y Marcelo Percia. Salud y subjetividad. Capacitación con enfermeras y enfermeros en un Psiquiátrico. 1998]